Cada vez es más común ver reformas en las que el cliente se debate entre poner o no azulejos en la cocina. En este artículo vamos a ver las ventajas e inconvenientes de poner este material y las posibles opciones a la hora de utilizarlo.
Los azulejos en la cocina dan menos opción al cambio
Si lo tuyo es el cambio de decoración constante, te recomendamos prescindir del alicatado en la cocina. Cambiar los azulejos o pintarlos, es más costoso y complicado que hacer un cambio de color en la pared.
Si amas la limpieza y la desinfección apuesta por un alicatado completo
El azulejo es un material fácil de limpiar y desinfectar. Si pasas tiempo cocinando, optar por este material es una opción bastante acertada. El cúmulo de aceite y grasa de haber usado la cocina siempre será más fácil de eliminar con una cocina alicatada.
Olores persistentes
Si sueles cocinar comidas fuertes o fritos, las paredes pueden absorber olores y humo. en este caso el azulejo vuelve a ser la mejor opción.
La armonía de las cocinas abiertas
En el caso de las cocinas abiertas, optar por prescindir del azulejo hará que las estancias tengan una armonía mayor entre ellas.
Opción híbrida para quien lo quiere todo
Una opción que tiene muy buena acogida y te permitirá disfrutar de las ventajas de ambos materiales, es colocar azulejo sólo hasta media altura. Otra alternativa sería poner únicamente en las zonas conflictivas, como la cocina o el fregadero.
Después de conocer las ventajas e inconvenientes que ofrece usar azulejos en la cocina ¿ya sabes por cuál vas a optar? Como siempre la mejor opción siempre dependerá del uso que vayas a hacer y de tus gustos personales, pero hablar con profesionales puede ayudarte a disipar dudas.