Un cambio en el ambiente


El suelo pasó de combinar tonos negros moteados a un porcelánico imitación de madera. El nuevo azulejo da una calidez especial al espacio, sin renunciar a la comodidad que supone este material en una estancia en la que abunda la humedad.
En las paredes se mantuvo un tono claro, esta vez sin cenefa a media altura y apostando por un azulejo completamente liso. Se trata de una elección que, sin duda, aporta amplitud y claridad al baño.
Un mueble con líneas rectas


Bañera por ducha y la llegada de una mampara


La hornacina de obra
